Me inicié en la herbolaria hace algunos años como muchas personas: enfermándome, la primera reacción fruto del condicionamiento es pensar en visitar al médico, cosa que hacía frecuentemente. De esa manera solo atendía algunos de los síntomas, pero el problema de raíz nunca era atendido. Un día, una estimada persona me recomendó usar semillas de cierto tipo para tratar un padecimiento, sinceramente nada convencido de que funcionaría lo hice, solo para decirle la próxima vez que me preguntara que dicho remedio no me había funcionado, –eso es lo que creí que pasaría– . Mi sorpresa fue mayúscula cuando no habían pasado más de 15 minutos después de ingerir el preparado cuando todo el malestar que me aquejaba había desaparecido.
Lo anterior me llevó a investigar más sobre las hierbas curativas, en el camino me encontré además con propiedades curativas de vegetales como frutas y verduras, así como con filosofías orientales y cósmicas. Todo ello me proporcionó la “medicina” adecuada para la enfermedad corporal, mental y espiritual que necesitaba o suelo necesitar en algún momento.
Muchas veces enfermamos por nuestro ritmo de vida e inconsciencia con que nos conducimos, sin saber que la cura o prevención puede estar muy cerca de nosotros y prácticamente gratis. Si alguna vez te enfermas dale una oportunidad a la medicina natural, herbolaria o alternativa siempre con la ayuda de personas con experiencia en la materia o después de haber investigado lo suficiente.
Buen viaje.
Autor: Oscar A.